Alicia en el espejo, cuando la realidad
se desdobla
Alicia está en el
límite,
tiene un brazo agarrado a
la realidad y el otro brazo agarrado también a la realidad, aquella
que le muestra su espejo.
Ella no sabe muy bien
adónde mirar. No sabe qué lado del espejo le muestra la verdad, la
realidad que quiere o que debe creer.
A un lado Alicia ve un
día nublado en el que todos los comercios están abiertos, al otro
lado Alicia ve el mismo día nublado, donde muchos, miles que no
entienden porqué no hay más carteles de cerrado por dignidad.
Alicia no sabe bien con quién irse. No entiende a quienes desean
vender, incluso ese día más. No entiende a quienes intentan tapar
la calle para reclamar unos derechos que cada vez van perdiendo, como
gotas de lluvia de otoño.
Alicia mira a un lado del
espejo y ve jóvenes correr. Alicia mira al otro lado del espejo y
ve uniformados de odio perseguir a los mismos jóvenes. Alicia no
sabe con quién correr, si con quienes llevan la esperanza en sus
gritos o si con quien llevan el odio en sus porras.
Alicia mira a un lado del
espejo y ve los colores brillantes reflejados en los ojos de una
muchacha de su misma edad. Alicia mira al otro lado del espejo y ve
la distorsión,
Alicia mira a su espejo.
Se ve en medio de una estrecha calle. A un lado del espejo está la
extorsión, la estafa, el engaño, el desahucio, el robo, es decir,
el banco. Al otro lado de la calle están la cara oculta tras un
pasamontañas, la pólvora, la ira por la injusticia, el adoquín
lanzado tras la barricada. Alicia está en el límite, siente el
peso de su cuerpo imposiblemente estirándose hacia ambos lados.
Alicia mira a un lado, su
espejo le muestra titulares de periódicos: “el joven tropezó con
una moto, y al caer se golpeó la cara contra la acera. Los efectivos
de la policía fueron los primeros en auxiliarle”. Alicia mira
hacia el otro lado del espejo y ve un joven huir sin entender porqué
es perseguido por un escuadrón de la muerte. El joven, con el primer
golpe, se tropieza con una moto, ya en el suelo llegan los agentes y
entre tres, le golpean una y otra vez hasta reventarle la cara.
Alicia ve como la ambulancia tarda media hora en llegar y ve como los
tres gañanes se marchan impunemente.
Alicia, impotente ante el
desdoblamiento de la realidad. Duda, vacila, llora porque se da
cuenta de que su espejo muestra así mismo la dualidad de su entorno.
Una dualidad, dos bloques, una sociedad donde a un lado están
quienes se empeñan en no cómo se le clava en la espalda los dientes
del capitalismo y al otro están quienes han decidido despertar,
quienes se empeñan en luchar por quienes ven e incluso por quienes
no ven, con la esperanza de que algún día despierten...
Sr. Espolón
ESCALETA
·Intro
·Actitud Calle,
Los de abajo y Actitud María Marta
·Since I was a little
girl, Hard Drivers
·¿Cuál es el vicio?
·VIP (Vagabond in
power), Nneka
·Radioteatro,
“Alicia...” (voz: gallinas variopintas María y Érika y texto de
la gran polla de agua, Juan)
·Sexy Mariachi,
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·Historias gallináceas
de ayer y hoy “Las lombrices”
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texto Eduardo Galeano
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