ESCALETA 53º
Me llamaron Negra,
Victoria Eugenia Santa Cruz
Yanke, Aiyekooto
Afrobeat international
Entrevista Belinda y
Alejandra Ntumutu (Afromurcia en movimiento)
Microracismos,
revista Afroféminas
Good one, Marga
Mbande
extracto Beloved,
Toni Morrison
Black man in a white
world, Michael Kiwanuka
La canción de
Salomón, Toni Morrison
Rotundamente negra,
Shirley Campbell Barr
Yaguikono, Nakany
Kanté
African girl, Naomi
Wachira
Directos del
Gallinero: Swarupa
Spot the stick,
Swarupa
Freedom, Swarupa
Still I rise, Maya
Angelou
¿Qué queda?,
Assata Shakur
Manifiesto Libertad
Sidil Moctar
Declaraciones Aziz,
miembro Sindicato Mantero Barcelona
Africa Diaye, Thais
Diarra
Bloque Afro, ¿qué
es?
Cierre con Swarupa
Angela Davis y Toni Morrison
AFROMURCIA EN MOVIMIENTO
https://www.facebook.com/Afromurcia-en-movimiento-896002420410950/
https://twitter.com/hashtag/afromurcia
PROYECTO POTOPOTO
Web: www.potopoto.es
Emai: info@potopoto.es
Facebook: http://facebook.com/potopotoafro
Twitter: @potopotoafro
https://afrofeminas.com/2016/04/10/proyecto-inclusivo-censurado/ #LibertadSidil
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#libertadsidil #freedoomsidil #Liberersidil
http://libertadsidil.org/
ME GRITARON NEGRA. Victoria Eugenia Santa Cruz
Directora
artística, actriz, profesora de universidad y activista afroperuana.
Fundó
la compañía Teatro y Danzas Negras del Perú, con la que realizó
presentaciones en los mejores teatros nacionales, así como en la
televisión.
Fue
nombrada directora del Centro de Arte Folclórico, hoy Escuela de
Folclor. Directora de escena del Primer Festival de Arte Negro del
Perú y directora del Conjunto Nacional de Folclore del Instituto
Nacional de Cultura.
Toni Morrison
Primera
mujer afroamericana en recibir el nobel de literatura en 1993.
Licenciada en filología inglesa y más tarde en humanidades y
profesora de universidad.
A
su trabajo editorial se debe el descubrimiento de varios de los más
representativos escritores de la joven literatura afroamericana de
los Estados Unidos.
La
grandeza de su narrativa estriba la lucidez y crudeza de sucesos de
la vida que sencillamente ocurren (lo mismo si resultan
trascendentes, maravillosos o miserables) sin asombro ni heroísmos.
Toni
Morrison no es la primera escritora negra de Norteamérica, pero sin
duda es la fundadora de una literatura escrita desde y para los
afroamericanos, sin concesiones, traducciones ni alivios. Su
narrativa es asimismo genuina y genéticamente femenina.
Toni
Morrison. Beloved
(fragmento)
" Soy Beloved y ella es mía. Sethe es la que recogía flores, flores amarillas en el lugar anterior al encogimiento. Las separaba de sus hojas verdes. Ahora están en la colcha donde dormimos. Estaba a punto de sonreírme cuando llegaron los hombres sin piel y nos llevaron a la luz del sol con los muertos y empujaron a éstos al mar. Sethe entró en el mar. Entró. No la empujaron. Entró. Se estaba preparando para sonreírme y cuando vio a los muertos empujados al mar también entró y me dejó allí sin rostro y sin ella. Sethe es el rostro que encontré y perdí en el agua bajo el puente. Cuando entré, vi su rostro acercándose a mí y también era mi rostro. Quise unirnos. Intenté unirnos pero ella emergió del agua entre fragmentos de luz. Volví a perderla, pero encontré la casa que me había susurrado y allí estaba, por fin sonriente. Eso es bueno, pero no puedo volver a perderla. Lo único que quiero es saber por qué se internó en el agua en el lugar donde estábamos encogidos. ¿Por qué hizo eso justo cuando estaba a punto de sonreírme? Yo quise unirme a ella en el mar pero no podía moverme, quise ayudarla cuando recogía flores, pero las nubes de uno de los disparos me enceguecieron y la perdí. Tres veces la perdí: una con las flores debido a las nubes de humo alborotadoras, una cuando se metió en el mar en lugar de sonreírme, una bajo el puente cuando quise unirme a ella y ella vino a mí pero no me sonreía. Me susurró, me masticó y se alejó nadando. Ahora la he encontrado en esta casa. Me sonríe y es mi propio rostro sonriendo. No volveré a perderla. Es mía.
Dime la verdad. ¿No has venido del más allá?
Sí. Estaba en el más allá.
¿Has vuelto por mí?
Sí.
¿Me recuerdas?
Sí. Te recuerdo.
¿Nunca me olvidaste?
Tu rostro es el mío.
¿Me perdonas? ¿Te quedarás? Ahora estás a salvo aquí.
¿Dónde están los hombres sin piel?
Afuera. Lejos.
¿Pueden entrar aquí?
No. Lo intentaron aquella vez, pero yo lo impedí. Jamás volverán. Uno de ellos estaba en la misma casa que yo. Me hizo daño.
No pueden volver a hacernos daño.
¿Dónde están tus pendientes?
Me los quitaron.
¿Los hombres sin piel se los llevaron?
Sí.
Iba a ayudarte pero las nubes se interpusieron.
Aquí no hay nubes.
Si te ponen un círculo de hierro alrededor del cuello, lo arrancaré a mordiscos.
Beloved.
Te haré un canasto redondo.
" Soy Beloved y ella es mía. Sethe es la que recogía flores, flores amarillas en el lugar anterior al encogimiento. Las separaba de sus hojas verdes. Ahora están en la colcha donde dormimos. Estaba a punto de sonreírme cuando llegaron los hombres sin piel y nos llevaron a la luz del sol con los muertos y empujaron a éstos al mar. Sethe entró en el mar. Entró. No la empujaron. Entró. Se estaba preparando para sonreírme y cuando vio a los muertos empujados al mar también entró y me dejó allí sin rostro y sin ella. Sethe es el rostro que encontré y perdí en el agua bajo el puente. Cuando entré, vi su rostro acercándose a mí y también era mi rostro. Quise unirnos. Intenté unirnos pero ella emergió del agua entre fragmentos de luz. Volví a perderla, pero encontré la casa que me había susurrado y allí estaba, por fin sonriente. Eso es bueno, pero no puedo volver a perderla. Lo único que quiero es saber por qué se internó en el agua en el lugar donde estábamos encogidos. ¿Por qué hizo eso justo cuando estaba a punto de sonreírme? Yo quise unirme a ella en el mar pero no podía moverme, quise ayudarla cuando recogía flores, pero las nubes de uno de los disparos me enceguecieron y la perdí. Tres veces la perdí: una con las flores debido a las nubes de humo alborotadoras, una cuando se metió en el mar en lugar de sonreírme, una bajo el puente cuando quise unirme a ella y ella vino a mí pero no me sonreía. Me susurró, me masticó y se alejó nadando. Ahora la he encontrado en esta casa. Me sonríe y es mi propio rostro sonriendo. No volveré a perderla. Es mía.
Dime la verdad. ¿No has venido del más allá?
Sí. Estaba en el más allá.
¿Has vuelto por mí?
Sí.
¿Me recuerdas?
Sí. Te recuerdo.
¿Nunca me olvidaste?
Tu rostro es el mío.
¿Me perdonas? ¿Te quedarás? Ahora estás a salvo aquí.
¿Dónde están los hombres sin piel?
Afuera. Lejos.
¿Pueden entrar aquí?
No. Lo intentaron aquella vez, pero yo lo impedí. Jamás volverán. Uno de ellos estaba en la misma casa que yo. Me hizo daño.
No pueden volver a hacernos daño.
¿Dónde están tus pendientes?
Me los quitaron.
¿Los hombres sin piel se los llevaron?
Sí.
Iba a ayudarte pero las nubes se interpusieron.
Aquí no hay nubes.
Si te ponen un círculo de hierro alrededor del cuello, lo arrancaré a mordiscos.
Beloved.
Te haré un canasto redondo.
Has
vuelto. Has vuelto.
¿Me sonreiremos?
¿No ves que estoy sonriendo?
Amo tu rostro. "
¿Me sonreiremos?
¿No ves que estoy sonriendo?
Amo tu rostro. "
Ojos azules (1970)
Aquellas
niñas estaban por todas partes. Dormían seis en la misma cama,
mezclados los orines de todas, incontenidos durante la noche,
mientras cada una de ellas soñaba su propio sueño de caramelos y
patatas chips. Durante los largos y calurosos días deambulaban
ociosas, arrancando el yeso de las paredes y escarbando la tierra con
palos. Se sentaban en hilera en las aceras de las calles, se
aglomeraban en los bancos de la iglesia quitándoles espacio a los
primorosos y pulcros niños de color; hacían payasadas en los campos
de juego, rompían cosas en las tiendas de baratillo, corrían
delante de ti en la calle, resbalaban sobre el hielo invernal de las
aceras en pendiente. Las chicas crecían sin saber nada de fajas ni
corsés, y los chicos anunciaban su virilidad poniéndose las gorras
con la visera hacia atrás. Donde ellas vivían no crecía la hierba.
Morían las flores. Se cerraban las persianas. Donde ellas vivían
proliferaban las latas vacías y los neumáticos viejos. Se nutrían
de frijoles fríos y refrescos de naranja. Revoloteaban como moscas y
como moscas se posaban. Y aquella se había posado en su casa. Por
encima del lomo del gato la estaba mirando.
-
Vete - le dijo con la misma voz tranquila -.
Perversa
zorrita negra. Vete enseguida de mi casa."
La canción de Salomón (1977)
..."Las
mujeres estamos todas locas, ya lo sabes, y las madres más que
ninguna. Ya sabes como son las madres, ¿verdad?, Tú tienes una,
seguro que sí. Por eso entiendes lo que te digo. Cuando alguien
quiere hacer daño a sus hijos, las madres se ponen muy nerviosas. La
primera vez que sufrí en mi vida fue el día que me di cuenta de que
a un niño (un niño muy pequeñito) no le gustaba mi hija. Me puse
tan furiosa que no supe que hacer. Las mujeres hacemos lo que
podemos, pero no tenemos la fuerza que tenéis vosotros los hombres.
Por eso nos da mucha pena que un hombre hecho y derecho se ponga a
pegar a una de nosotras. ¿Entiendes lo que te digo? No me gustaría
nada sacarte ahora este cuchillo y que tú volvieras a maltratar a mi
hija. Porque de una cosa estoy segura. Haya hecho lo que haya hecho,
se ha portado bien contigo. Pero, por otra parte, no querría
hundirte en el corazón este cuchillo y que tú mamá sintiera lo que
estoy sintiendo yo. Te confieso que no sé qué hacer. Quizá tú
puedas ayudarme. Dime, ¿qué debo hacer?"....
Maya Angelou.
Maya
Angelou nació el 4 de abril de 1928 en Saint Louis, Missouri,
Estados Unidos, con el nombre de Marguerite Johnson. Es una de las
más grandes voces de la literatura contemporánea. Autora, poeta,
historiadora, educadora, novelista, cantante, actriz, y activista
civil por los derechos humanos.
"Still I Rise" (Y aún así me levanto)
“Tú
puedes escribirme en la historia
con
tus amargas, torcidas mentiras,
puedes
aventarme al fango
y
aún así, como el polvo… me levanto.
¿Mi
descaro te molesta?
¿Porqué
estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque
camino
como
si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando
en la sala de mi casa…
Como
lunas y como soles,
con
la certeza de las mareas,
como
las esperanzas brincando alto,
así…
yo me levanto.
¿Me
quieres ver destrozada?
cabeza
agachada y ojos bajos,
hombros
caídos como lágrimas,
debilitados
por mi llanto desconsolado.
¿Mi
arrogancia te ofende?
No
lo tomes tan a pecho,
Porque
yo río como si tuviera minas de oro
excavándose
en el mismo patio de mi casa.
Puedes
dispararme con tus palabras,
puedes
herirme con tus ojos,
puedes
matarme con tu odio,
y
aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi
sensualidad te molesta?
¿Surge
como una sorpresa
que
yo baile como si tuviera diamantes
ahí,
donde se encuentran mis muslos?
De
las barracas de vergüenza de la historia
yo
me levanto
desde
el pasado enraizado en dolor
yo
me levanto
soy
un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me
extiendo, sobre la marea,
dejando
atrás noches de temor, de terror,
me
levanto,
a
un amanecer maravillosamente claro,
me
levanto,
brindado
los regalos legados por mis ancestros.
Yo
soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me
levanto.
Me
levanto.
Me
levanto.”
Audre Geraldine Lorde
Nació
el 18 de Febrero de 1934 en Harlem Nueva York. Murió el 17 de
Noviembre de 1992 en Saint Croix. Fue una escritora y activista
multifacetica. Su poesía fecunda y combativa también La ha
posicionado como una intelectual de dimensión universal, con 18
libros publicados.
Fue
un adalid en la lucha por la igualdad y la libertad de expresión.
MUJER
Sueño
con un lugar entre tus pechos
para
construir mi casa como un refugio
donde
siembro
en
tu cuerpo
una
cosecha infinita
donde
la roca más común
es
piedra de la luna y ópalo ébano
que
da leche a todos mis deseos
y
tu noche cae sobre mí
como
una lluvia que nutre.
GENERACIÓN II
Una chica negra
convirtiéndose
en la mujer
que su madre
deseaba
y por la cual rezaba
camina sola
y con miedo
de ambas iras.
convirtiéndose
en la mujer
que su madre
deseaba
y por la cual rezaba
camina sola
y con miedo
de ambas iras.
(Audrey Geraldine Lorde)
EL PODER
La diferencia entre la poesía y la retórica
es estar
preparado para matarte
tú mismo
en vez que a tus hijos.
Estoy atrapada en un desierto hecho de heridas a bala
todavía abiertas
y un niño muerto arrastra su rostro negro y destrozado
más allá del horizonte donde acaban mis sueños
la sangre de sus mejillas y de sus hombros perforados
es el único líquido a kilómetros a lo redonda y mi estómago
se revuelve al imaginar el gusto que tendrá, mientras
mi boca dividida en dos labios resecos
sin tener una lealtad o una razón para ello ,
está sedienta de su sangre húmeda
mientras naufragan en la blancura del desierto
donde estoy perdida
sin imaginación ni magia posible
tratando de convertir todo este odio y esta destrucción en un poder
tratando de curar con besos a mi hijo agónico
pero, nadie, salvo el sol limpiará sus huesos con rapidez.
El policía que, en Queens, derribó con un disparo al chico de diez años
estaba a su lado, con sus zapatos bañados con la sangre de él
y una voz dijo: "Muere, pequeño hijo de puta" y
hay videos que prueban esto. En el juicio
el policía dijo que fue en defensa propia:
"No reparé en el tamaño ni en ninguna otra cosa
salvo en el color." Y
hay videos que prueban esto también.
Hoy día, ese hombre blanco, de treinta y siete años,
con trece de servicio
ha sido puesto libertad por once hombres blancos
que dijeron que estaban satisfechos
porque se había hecho justicia
y una mujer negra que dijo:
"Me convencieron". Esto es:
ellos arrastraron su cuerpo de mujer negra, de un metro veinticinco de estatura,
por sobre los carbones ardientes de cuatro siglos de aprobación del macho blanco
hasta que ella renunció al único poder real que alguna vez tuvo
y decoró con cemento su propia cuna
para construir allí un cementerio para nuestros hijos.
No he sido capaz de palpar la destrucción dentro de mí.
Pero a menos que aprenda a usar
la diferencia entre la poesía y la retórica
mi poder también se corromperá como molde envenenado,
se volverá flojo e inservible como un alambre suelto
y un día tomaré mi enchufe rabioso
y lo conectaré al lugar más cercano,
violaré a una mujer blanca de ochenta y cinco años
quien es a su vez madre de alguien
y mientras la golpeo hasta dejarla sin sentido y le prendo fuego a su cama
un coro griego estará cantando una canción con ritmo del vals:
"Pobrecita. Ella nunca hirió a un alma. ¡Qué bestias son los negros!".
"Poder" es un poema escrito acerca de Clifford Glover, un niño negro de diez años de edad, quien recibió un disparo de un policía. Posteriormente, el policía fue absuelto por un jurado donde uno de los miembros era una mujer negra".
La diferencia entre la poesía y la retórica
es estar
preparado para matarte
tú mismo
en vez que a tus hijos.
Estoy atrapada en un desierto hecho de heridas a bala
todavía abiertas
y un niño muerto arrastra su rostro negro y destrozado
más allá del horizonte donde acaban mis sueños
la sangre de sus mejillas y de sus hombros perforados
es el único líquido a kilómetros a lo redonda y mi estómago
se revuelve al imaginar el gusto que tendrá, mientras
mi boca dividida en dos labios resecos
sin tener una lealtad o una razón para ello ,
está sedienta de su sangre húmeda
mientras naufragan en la blancura del desierto
donde estoy perdida
sin imaginación ni magia posible
tratando de convertir todo este odio y esta destrucción en un poder
tratando de curar con besos a mi hijo agónico
pero, nadie, salvo el sol limpiará sus huesos con rapidez.
El policía que, en Queens, derribó con un disparo al chico de diez años
estaba a su lado, con sus zapatos bañados con la sangre de él
y una voz dijo: "Muere, pequeño hijo de puta" y
hay videos que prueban esto. En el juicio
el policía dijo que fue en defensa propia:
"No reparé en el tamaño ni en ninguna otra cosa
salvo en el color." Y
hay videos que prueban esto también.
Hoy día, ese hombre blanco, de treinta y siete años,
con trece de servicio
ha sido puesto libertad por once hombres blancos
que dijeron que estaban satisfechos
porque se había hecho justicia
y una mujer negra que dijo:
"Me convencieron". Esto es:
ellos arrastraron su cuerpo de mujer negra, de un metro veinticinco de estatura,
por sobre los carbones ardientes de cuatro siglos de aprobación del macho blanco
hasta que ella renunció al único poder real que alguna vez tuvo
y decoró con cemento su propia cuna
para construir allí un cementerio para nuestros hijos.
No he sido capaz de palpar la destrucción dentro de mí.
Pero a menos que aprenda a usar
la diferencia entre la poesía y la retórica
mi poder también se corromperá como molde envenenado,
se volverá flojo e inservible como un alambre suelto
y un día tomaré mi enchufe rabioso
y lo conectaré al lugar más cercano,
violaré a una mujer blanca de ochenta y cinco años
quien es a su vez madre de alguien
y mientras la golpeo hasta dejarla sin sentido y le prendo fuego a su cama
un coro griego estará cantando una canción con ritmo del vals:
"Pobrecita. Ella nunca hirió a un alma. ¡Qué bestias son los negros!".
"Poder" es un poema escrito acerca de Clifford Glover, un niño negro de diez años de edad, quien recibió un disparo de un policía. Posteriormente, el policía fue absuelto por un jurado donde uno de los miembros era una mujer negra".
Rotundamente negra. Shirley Campbell Barr
Escritora,
poeta y antropóloga afrocostarricense.
Su
poesía con temática negra, según cuenta la escritora, está
dirigida a todos, para educar, para llegar al alma, para cambiar un
poquito el mundo.
Escritora
y Antropóloga Afrocostarricense y autora del famoso poema, Campbell
Barr cuenta con varias colecciones de poesía y tiene publicados
decenas de poesías y artículos en revistas, antologías y
periódicos de diversos países. Sus trabajos han sido traducidos al
Inglés, al Francés y al Portugués.
Activista
del movimiento afrodescendiente en América Latina, viene
participando en conferencias, talleres, lecturas de poesía
difundiendo su trabajo así como contribuyendo en los procesos de
movilización y concientización de las comunidades
afrodescendientes.
En
su trabajo, revela una gran preocupación por los niños, gran
interés por asuntos de género y un gran orgullo por la cultura
negra y su historia.
Assata
Shakur,
La autobiografía de
esta activista afroamericana, condenada a cárcel pese a lo
contradictorio de las pruebas, recuerda cómo fueron los movimientos
revolucionarios que lucharon contra la segregación racial, la guerra
sucia del FBI contra ellos, y transmite la fuerza y ternura de este
personaje extraordinario.
Tras los barrotes y las
verjas
y la degradación,
¿qué queda?
Nos encierran adentro, nos encierran afuera,
nos encierran abajo,
y luego, ¿qué queda?
Quiero decir, tras las cadenas que se enredan
en el gris de cada mente,
cuando se atascan los barrotes
en el corazón de mujeres y hombres,
¿qué queda?
Tras las lágrimas y las decepciones,
tras el aislamiento solitario,
tras la muñeca llena de cortes y el peso de la soga,
¿qué queda?
O sea, es decir, tras los besos del comisario
y el blues del córrete-ya,
cuando al buscavidas le han buscado las vueltas,
¿qué queda?
Tras los esbirros y los matones
y el gas lacrimógeno
tras los carceleros y el calabozo,
tras las trolas
¿qué queda?
O sea, es decir cuando sabes que dios
no es de fiar,
cuando sabes que el loquero
es un camello,
que la palabra es un látigo
y la placa una bala,
¿qué queda?
Cuando sabes que los muertos
siguen caminando,
cuando sientes que el silencio
habla,
que dentro y fuera
son sólo una ilusión,
¿qué queda?
O sea, es decir, ¿dónde está el sol?
¿Dónde están sus brazos y
dónde sus besos?
Hay huellas de labios en mi almohada
sigo buscando.
¿Qué queda?
O sea, es decir, nada está quieto
y nada es abstracto.
El ala de una mariposa
no puede alzar el vuelo.
El pie sobre mi cuello
pertenece a un cuerpo.
La canción que canto
pertenece a un eco.
¿Qué queda?
Quiero decir, el amor es concreto.
¿Es mi mente una metralleta?
¿Es mi corazón una sierra?
¿Puede hacer real la libertad? ¡Claro!
¿Qué queda?
Estoy en la cima y al pie
de una bajar-quía.
Soy una amante de la tierra
desde siempre.
Amo
a los fracasados y la risa.
Amo
la libertad y a los niños.
El amor es mi espada
y la verdad mi brújula.
¿Qué queda?
y la degradación,
¿qué queda?
Nos encierran adentro, nos encierran afuera,
nos encierran abajo,
y luego, ¿qué queda?
Quiero decir, tras las cadenas que se enredan
en el gris de cada mente,
cuando se atascan los barrotes
en el corazón de mujeres y hombres,
¿qué queda?
Tras las lágrimas y las decepciones,
tras el aislamiento solitario,
tras la muñeca llena de cortes y el peso de la soga,
¿qué queda?
O sea, es decir, tras los besos del comisario
y el blues del córrete-ya,
cuando al buscavidas le han buscado las vueltas,
¿qué queda?
Tras los esbirros y los matones
y el gas lacrimógeno
tras los carceleros y el calabozo,
tras las trolas
¿qué queda?
O sea, es decir cuando sabes que dios
no es de fiar,
cuando sabes que el loquero
es un camello,
que la palabra es un látigo
y la placa una bala,
¿qué queda?
Cuando sabes que los muertos
siguen caminando,
cuando sientes que el silencio
habla,
que dentro y fuera
son sólo una ilusión,
¿qué queda?
O sea, es decir, ¿dónde está el sol?
¿Dónde están sus brazos y
dónde sus besos?
Hay huellas de labios en mi almohada
sigo buscando.
¿Qué queda?
O sea, es decir, nada está quieto
y nada es abstracto.
El ala de una mariposa
no puede alzar el vuelo.
El pie sobre mi cuello
pertenece a un cuerpo.
La canción que canto
pertenece a un eco.
¿Qué queda?
Quiero decir, el amor es concreto.
¿Es mi mente una metralleta?
¿Es mi corazón una sierra?
¿Puede hacer real la libertad? ¡Claro!
¿Qué queda?
Estoy en la cima y al pie
de una bajar-quía.
Soy una amante de la tierra
desde siempre.
Amo
a los fracasados y la risa.
Amo
la libertad y a los niños.
El amor es mi espada
y la verdad mi brújula.
¿Qué queda?
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